miércoles, 1 de junio de 2011

La espera [microrrelato]

Hace días que espero ante el teléfono, midiendo sus formas, escrutando un posible movimiento, la vibración que alerta de la llamada entrante, la esperada. Es negro, brillante, minimalista, ligero, y te pone en contacto con el mundo, con voces lejanas que te traen noticias que a veces hasta son buenas. Pero no sucede, no se mueve ni un milímetro, no produce vibración alguna. Sigue ahí, sobre la mesa, inexpresivo, mudo, solemne, guardando celosamente las palabras esperadas. Cuando llega la noche y es hora de dormir, reposa bajo mi almohada, y sólo emite sonido con los primeros rayos de la mañana, para advertirme que debo regresar. Y regreso, con él, a la espera. Me aguarda en la repisa del lavabo, desayuna conmigo, viaja en mi bolsillo, regresa conmigo a casa y repite la misma posición, tumbado boca arriba, sin decir nada, nada más que su nombre estúpido y extraño, en letras blancas, que estropean su austera elegancia, su negro inmaculado. Sólo me dice Nokia, y yo... sigo esperando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario