miércoles, 22 de agosto de 2012

AMELIA






No es por arte que escribo, 
ni por amor al arte.
Es porque debía hacerlo,
me lo debía contigo.

Sin lápiz, sin papel,
es sólo con tu voz que escribo,
con la que me llevo dentro,
con la que brindaré con vino
a tu salud, a la salud de los tuyos.

Porque te quiero.
Porque de algún modo debía decirlo.
Es por eso que escribo.



                                      Rosa Vivó. 
                       [La Lobera de Gredos, 06.08.12]





















domingo, 24 de junio de 2012

A HANS MAGNUS LE ROBAN LA MALETA





Entre algún libro y varios folletos y revistas
y el aviso de pago de una letra
ayer llegó la carta desde Berlín Oeste
trajo malas noticias de Enzensberger
y mi mujer y yo nos quedamos pensando
en los días que estuvo en Barcelona
cuando nos dijo que le acompañáramos
pues quería comprarse una maleta.


Eso de andar rodando por tiendas y almacenes
siempre me resultó desagradable
pero dijo maleta y fue como si todo su futuro
dependiese de que él pudiera andar
en compañía siempre de una bella muchacha
que guardara con mimo sus papeles
apilando sus sweaters pantalones y blusas
por todos los hoteles y lugares del mundo.


Lo mejor es pensar quién entiende o es técnico
en cuestiones como ésta delicadas de suyo
nos dijo mi mujer y Hans y yo asentimos
y al fin se decidió que mi cuñado era
un hombre de experiencia pues ha viajado mucho
y comprende y conoce todas las cualidades
que deben adornar a una buena maleta
y sabe de ocasiones y júbilos y ofertas.


Así ocurrió que fuimos los tres donde el cuñado
y estuvimos hablando buen rato y discutiendo
el modo de actuar y recuerdo que Hans
estaba tan nervioso como quien busca piso
y al fin salimos todos y yo aparqué en Las Ramblas
y en la primera tienda los encontré dudando
anduvimos a otra y a otra y regresamos
y ya no hubo más dudas: en la primera tienda.


Estaba allí esperando con su piel de azabache
y Hans la alzó despacio acarició sus cierres
era por dentro roja como cereza oscura
luego se comprobaron las asas y refuerzos
y vimos que asentía y el cuñado entró en fuego
hasta que la encargada rebajó unas pesetas
y la maleta y Hans ya no se separaron
volaban en un jet al cabo de unos días.


Mas la carta de ayer nos cuenta que en París
no sabe si en un bar o en el hall del hotel
alguien se la quitó y ni la policía
ni el conserje ni nadie pudo darle una pista
así que tuvo que irse como un viudo a Alemania
desde donde escribía y explicaba otras cosas
que mi mujer y yo jamás recordaremos
pues estamos tan solo pensando en la maleta.




                                José Agustín Goytisolo
                                      [Bajo tolerancia]  





                

jueves, 14 de junio de 2012

+ - HUMOS























Despierto a un nuevo día
con esa luz que puebla las ventanas
y con la incertidumbre
del que no reconoce ni sus manos.
El verano me empuja hacia unas calles
que estallan más allá del parabrisas,
a los ruidos de siempre, a la tensión
que inunda la autopista,
a la prima de riesgo por las nubes,
al rescate de nadie, a la deriva
de otorgar lo que niego entre los dientes,
al escaso amarillo
de genista que apenas sobrevive
arriba, en la montaña,
o en la cuneta sucia de neumáticos
y de animales muertos,
a la verdad de un mundo que desmiente
todo lo que yo afirmo en voz muy baja.


Llego tarde al trabajo, como siempre,
a las sombras de un mundo sin ventanas,
un mundo de ascensores truculentos
y espacios repetidos
donde algunos reclaman por su asunto 
y otros piden justicia ingenuamente.
La vida se desata, el tiempo vuela
hasta cuando te duelen los riñones,
hasta cuando te pesa la garganta.


Nada que proponer a todo eso,
solamente sufrirlo, soportarlo,
comérselo, bebérselo,
ya que no hay modo alguno de eludirlo
y, a veces, si la cosa lo permite,
fumarse un cigarrillo en el lavabo.




domingo, 20 de mayo de 2012

HOMELAND PATRIA PIEL





de ser un animal necesitado
diría que la patria
limita al norte con el purgatorio
que no existe según sus inventores
al sur con todo el polvo del invierno
al este con las ciénagas azules
y al oeste con un pasado turbio
que siempre nos acecha
una patria cualquiera me rechaza
porque yo lucho solo y por mi mismo
contra mi propio yo de vez en cuando
por lo común descanso
de tanta guerra inútil y tanto aburrimiento 
no soy más que una bestia sin codicia
que vive lejos de las alimañas
y apura la penúltima 
mirando de reojo al triunfador
tan solo me despierta del letargo
ese aroma tan tuyo
de patria que renace en las fronteras
y arrastra a mis soldados
más allá de los muros que te guardan
a esa ciudad que somos a escondidas
cuando el mundo se olvida de nosotros






martes, 3 de abril de 2012

NEARNESS OF YOU





Siempre cerca, muy cerca, respirando
con el compás inquieto de la noche,
saxo y voz para nadie,
música de cisternas,
de persianas caídas y puertas que se cierran
con el falsete de la soledad.
James Taylor me recuerda
que todo puede ser y nada es,
mientras, en la guitarra de Pat Metheny,
se desvanece una tristeza líquida
acompañada siempre por el piano ausente, 
tenaz, de Herbie Hancock.
La memoria se va por el camino
marcado por las luces mortecinas
del bajo liminal de Charlie Hadden
y la batería apagadiza de Jack, el impertérrito,
el viejo Dejohnette. Cerca, muy cerca,
la noche se desvela, se divide
en dos respiraciones. Y persiste,
como una letanía,
el fraseo viril
del saxofón vital de Michael Brecker
que me adentra en el túnel de los sueños.












domingo, 18 de marzo de 2012

MIRADOR



Mirar a todas partes
y ver nada
cansa y no reconforta,
porque lo infructuoso
arrastra a nuestro lado
el aroma a tiniebla 
y a vacío.
Lo malo es no saber
vivir la vida
sin dejar de mirar
a todas partes
y estar siempre
barriendo oscuridades
y palpando los huecos
donde habita el cansancio
como dueño y señor
sobre las cosas.
Afortunadamente
-y pase lo que pase:
llueva el sol 
o deslumbre la lluvia,
canten los gatos,
ladren los gorriones,
viva o muera un extraño
en cualquier parte-
llega la noche y carga
el peso de la luna en nuestros ojos.









miércoles, 22 de febrero de 2012

SI DIGO SALTA




Si digo "Salta"
pienso en Tequila y vuelvo
a mi vieja adolescencia malversada.
Si digo "Orán" apenas
regreso hasta un libro de Camus
sin cruzar el Estrecho Mar de los ahogados.
Sin pensar
el tiempo nos dibuja
puertos y travesías,
respuestas y silencios.
Sin buscarlos, a veces,
la vida nos acerca 
versos y amigos
y luego... se los lleva cargados de maletas,
dejando tras de sí
una arena cansada y el temor
a la palabra "nunca".
Ahora digo "Salta"
y la voz se me llena de nostalgia,
digo "Orán" y gimen las gaviotas
en esta Barcelona tan pequeña,
tan callada, tan antigua.
Entre una cosa y otra
tal vez media docena de cervezas,
un hermoso puente de palabras
que no pudimos alzar
remontando el Atlántico
y unos cuantos poemas 
que tienen vida propia
y que, a falta de puente, son un cabo
que alcanza ambas orillas
y vibra cada vez
que recitas los versos de un amigo.


¡Ave, Romano!
¡Los que van a añorarte, te saludan!